¿Se puede ahorrar comprando? Pues SÍ! y además de una manera categórica. Y no sólo eso, hay que transmitir esa idea a nuestros clientes. Pero no os penséis qué no lo voy a justificar, de hecho, os voy a convencer.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que cuando un cliente hace un dispendio, uno de los motivos que llevan a inclinarse por adquirir un servicio o producto, es el ahorro de dinero o por la sensación de ahorro que va a tener a medio o largo plazo, en el caso de que se incline por algo más costoso, pero en principio con más garantías. Por lo tanto, el componente ahorro, juega un papel bastante/muy importante, dependiendo del cliente.
Una buena manera de demostrar a nuestro cliente, que se ahorra dinera, es haciéndole ver, por ejemplo, que ahora es un buen momento para adquirir ese vehículo que necesita. Que más tarde o temprano, volverán las cosas a su cauce y los precios volverán a subir. Otra manera de conseguir ahorrar comprando, es aumentando el volumen de la compra. Eso permitirá, un ahorro sustancial - muy conocidas son las promociones 3×2 o el segundo a mitad de precio, etc-. Otra forma forma de ahorrar dinero comprando, es invertir en productos que consumen menos, por ejemplo, les electrodomésticos clase A, en detrimento de otras clasificaciones o bombillas de bajo consumo o coches híbridos….
En definitiva, lo importante es hacer entender a nuestro cliente, que la compra de un producto determinado, es un ahorro, aunque pueda parecer un contrasentido. Esta manera de hacer ver la compra a un cliente -y cada cual en el sector que sea-, te ayudará bastante a conseguir lo que quieres.
Y recuerda, que todos tenemos la oportunidad de ver un ahorro en nuestros productos o servicios, aunque sea el más caro de la gama. Otra cosa son los productos de lujo, pero de eso hablaré en otra ocasión.