Los “debería” siempre resultan demasiado incómodos para quien los recibe. Aún cuando se tratara de mamá explicándonos el detalle más valioso de la vida. ¿Recuerda aquellos “debería? Claro que luego -es probable- que se los hayamos agradecido pero en esos momentos, eran de lo más antipáticos. Pues de modo similar algunos clientes muchas veces se sienten hijos de “madres debería” .
Nuestro compromiso con el cliente incluye brindarle toda la información y despejar las dudas que tenga. Las explicaciones son necesarias y es importante enseñar al cliente cómo utilizar nuestros servicios, cómo comunicarse con nosotros, cómo adquirir nuevos productos y otros procedimientos que sean relevantes para él para manejarse con comodidad.
Seamos empáticos al transmitir esta información: nosotros conocemos a la empresa, NO el cliente. Si evitamos frases como: “¡Usted debería saberlo!” y escuchamos abiertamente sus preguntas, estaremos en condiciones de facilitar la información de la forma más clara para el cliente.
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